Transcripción del episodio #33 del Podcast Empoderamiento Consciente, por Jazmín González. Todos los derechos reservados.
“Como mujeres, desde niñas, por el tipo de sociedad en la que fuimos criadas, cuyos pilares se basaron en las religiones machistas, como es el caso de la religión católica, judía e islámica y sus derivaciones, hemos sido expuestas a expectativas, prohibiciones, restricciones, maldiciones, injurias y otros actos violentos, ya sea de forma física, verbal, emocional, psicológica y espiritual, que finalmente han desembocado en inseguridades con respecto a nuestro cuerpo físico, a nuestra imagen y a nosotras mismas como mujeres y seres humanos.
No es de extrañar que tengamos una idea completamente distorsionada acerca de nuestro valor como personas, como mujeres, como seres humanos y como seres espirituales, ya que, desde el inicio de la humanidad, las mujeres han sido blanco de abusos, sometimientos, sumisión y diversos actos que nos han rebajado a una categoría de inferioridad. Si bien en el presente esto pudo haber cambiado, las heridas emocionales transgeneracionales que nuestros ancestros mujeres sufrieron en silencio, ahora, de manera inconsciente, las heredamos nosotras, pero no para perpetuar el sufrimiento, sino para sanar y transformar todo ese dolor en luz, en amor y en paz.”
Libro: En paz con el espejo. En paz conmigo misma.
Índice del artículo
Presentación del Episodio:
La Importancia a la Bendición de la Mujer.
¡Hola! Mi nombre es Jazmín González y te doy la bienvenida al Podcast Empoderamiento Consciente, en donde juntas reflexionamos sobre la Vida y sus diferentes elementos, desde una perspectiva más profunda, espiritual, consciente y empoderante, con el objetivo de despertar y recordar nuestra esencia divina y, finalmente, recuperar nuestra soberanía personal.
En esta oportunidad compartiré contigo la importancia de bendecirnos a nosotras mismas como mujeres, así como al colectivo de mujeres en general.
Las mujeres y la sociedad.
Como mujeres, por mucho tiempo, hemos sido blanco de maldiciones, prejuicios, represiones y censuras por parte de las diversas estructuras sociales, que, hasta la fecha, de alguna u otra forma, seguimos experimentando las consecuencias de tal forma de violencia hacia nuestro género.
Por eso, es importante que pongamos fin a este ciclo de violencia, que se expresa a través de las agresiones físicas y verbales, a través de los prejuicios, las etiquetas, las restricciones y las prohibiciones.
No debemos esperar a que las estructuras sociales cambien y se arrepientan de lo que en el pasado han hecho con el arquetipo de la mujer o que hasta en el presente siguen haciendo. Nosotras tenemos el poder de sanar nuestras propias heridas.
El maltrato contra la mujer.
Resulta muy llamativo que la violencia contra la mujer no sólo provenga del género opuesto, de los hombres, sino también de otras mujeres, ya que es común ver cómo entre mujeres compiten, se critican, se envidian y hasta se agreden verbal y físicamente, en lugar de apoyarse, acogerse, motivarse, sostenerse e inspirarse mutuamente. Es necesario poner fin a esto.
EL poder de la palabra para sanar.
Nosotras tenemos el poder de sanarnos a nosotras mismas utilizando una poderosa herramienta que tenemos a nuestro alcance y esta herramienta es la palabra hablada.
Nuestra palabra hablada, así como todo en el universo, está formada de energía. La energía no conoce de tiempo ni de espacio, por eso, tiene un alcance y un poder ilimitado.
Utilizando la palabra hablada para compensar a la mujer los diferentes tipos de violencia, estamos entregando una maravillosa energía de sanación a todo el colectivo, extendiendo amor donde hubo violencia.
Ejercicio para bendecir a la mujer.
Este ejercicio consiste en bendecir a la mujer en cada una de sus cualidades y rasgos físicos, emocionales y mentales. Incluye honrar, respetar y agradecer, profundamente y sinceramente, el destino y la vida de nuestra madre, de nuestras tías, de nuestras abuelas, de nuestras bisabuelas, de nuestras hermanas, de nuestras amigas, y de cada mujer que habitó, habita y habitará este planeta. Reconocer el precio que nuestros ancestros mujeres pagaron para que hoy nosotras vivamos con mayor libertad, placer y consciencia.
Con este acto estamos entregando una información nueva, limpia, sana y renovada al campo energético de donde se nutre el inconsciente colectivo. Esto es un proceso que sucede a nivel energético y a nivel cuántico, que luego se ve manifestado en el plano físico.
Puedes comenzar bendiciendo los órganos sexuales femeninos, como la vagina, los ovarios, el útero y el clítoris, que por tantos años fueron reprimidos y juzgados de manera negativa, así también puedes bendecir la sangre menstrual que por cientos de siglos fue maldita y considerada sucia y hasta demoníaca. Otros rasgos que puedes bendecir son las hormonas femeninas que son las responsables de la sensibilidad emocional que experimentamos como mujeres, y que incluso hasta en el presente son desconocidas o bloqueadas con fármacos. También puedes bendecir atributos que podrían parecer más simples, pero no por ello menos importantes, como el cuerpo físico en general, la voz, etc.
Otra manera de bendecir a la mujer para esparcir una energía de sanación en el colectivo es mediante el reconocimiento, el apoyo y el respeto hacia otra mujer en el presente, empezando por una misma. Comienza a reconocer el maravilloso ser que eres y celébrate a ti misma, mientras también lo haces con las demás. Respeta el estilo de vida de cada mujer, su trabajo y la historia que haya elegido vivir. Mira con amor a cada mujer recordando que cada una que se cruza en tu camino, tú misma la atrajiste de acuerdo a tu nivel de vibración, a tu nivel de consciencia, porque tiene un aprendizaje que entregarte.
Con este ejercicio de la bendición, ponemos la intención de colocar amor allí donde hubo desprecio, humillación, incomprensión, rencor, represión, discriminación y cualquier otro acto de miedo y de violencia.
Conclusión y recomendaciones finales.
Haz un favor a las mujeres que ya no están, a las que sí están, a las que vendrán y a ti misma, y comienza a bendecir cada rasgo, atributo y cualidad de la mujer. Aunque parezca insignificante, este sencillo acto encierra un poder maravilloso de sanación y de liberación a nivel energético que repercutirá en cada mujer que conforma esta humanidad.
En mi libro En paz con el espejo. En paz conmigo misma encontrarás una poderosa guía de 21 días para que logres sanar la relación que tienes con tu cuerpo físico, con tu imagen y contigo misma, y así, sanándote a ti, apoyarás a la sanación de todo el colectivo de mujeres. Para más información visita mi sitio web jazmingonzalez.com.
¡Hemos llegado al final del episodio! ¡Gracias por haber compartido este espacio conmigo y nos encontramos en otro episodio de Empoderamiento Consciente!