Índice del artículo
Encuentra las razones de por qué no se cumple tu deseo.
En este artículo descubriás por qué no se cumple tu deseo.
Para poder hablar acerca de los deseos, es importante diferenciar dos tipos de deseos: los deseos del ego y los deseos del alma.
Recordemos que somos Espíritus encarnados en un cuerpo físico para vivir una experiencia humana. Antes de dicha encarnación, el alma ha elaborado un plan perfecto de Amor para ayudarla a recordar e integrar la Verdad sobre su naturaleza Divina. No hay más objetivo, meta, propósito o misión que ese.
El deseo del alma vs. El deseo del ego.
Teniendo en claro esto, podremos diferenciar cuáles son los deseos provenientes del alma y cuáles del ego y sus principales características.
Los deseos que surgen del alma son recordatorios de la misma, acerca de a qué hemos venido a este plano. Mientras que los deseos del ego surgen como producto del condicionamiento social, cultural, religioso, educativo, político o filosófico basado en el miedo.
El deseo que encamina a la plenitud.
Cuando no somos conscientes de nuestra naturaleza divina, fácilmente caemos en el condicionamiento de la mente egoica y pensamos que siguiendo los dictámenes de las masas encontraremos la felicidad.
Lo cierto es que, únicamente experimentaremos la paz cuando cumplamos el deseo del alma, pues es el único deseo conectado con nuestro verdadero Ser.
El deseo del ego solamente nos alejará más del objetivo álmico, y por consecuencia, la paz estará más lejos de nosotros porque estar condicionados por la mente egoica significa estar identificados con el miedo y todas sus expresiones, como: la separación, la pobreza, la escasez, la muerte, la culpa, el victimismo, el sacrificio, etc.
Sin embargo, al seguir los deseos del alma, nos identificamos con nuestra verdadera naturaleza divina que es el Amor y todas sus expresiones, como: la paz, la alegría, la abundancia, la compasión, la amistad, la confianza, la inmortalidad, la completitud, el infinito, etc.
Por qué no se cumple tu deseo.
El alma es el conductor de tu cuerpo físico, y aunque como humanos tengamos una mente egoica, ella hará siempre lo necesario para que su plan de Amor se lleve a cabo.
Esto implica, que muchas veces permita situaciones dolorosas para que soltemos los deseos del ego y, en esa etapa de ‘sufrimiento’ decidamos escuchar la voz de nuestro corazón para seguir su llamado.
Muchas veces los deseos no se cumplen porque esos provienen del ego y no del alma. Por lo tanto, el alma, quien sabe el para qué de su encarnación en este juego llamado ‘vida’, permite escenarios que impiden que nuestro deseo del ego se cumpla, para que, a través de esa ‘crisis’ permitamos que sea ella quien conduzca al 100% nuestra vida (al fin y al cabo, ella somos nosotros).
También, a veces, el alma sí permite que alcancemos nuestro deseo del ego, para que, al tenerlo, nos demos cuenta que no era tan maravilloso como creíamos que lo sería, o que experimentemos el vacío que ofrece perseguir deseos vanos, pues los deseos del ego siempre surgen de la envidia, de los celos, de la comparación, de la culpa… y de cualquier otro sentimiento basado en el miedo.
Elige siempre el deseo de tu alma, pues solamente él te llevará al descanso que tanto buscas.