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¿Qué haces para evitar el miedo al rechazo?
Uno de los miedos más grandes que experimentamos los seres humanos, y casi siempre a nivel inconsciente, es el miedo al rechazo; es decir, ha no ser amados.
Este miedo lo traemos ‘programado’ a nivel subconsciente como una manera de supervivencia que nos dejaron nuestros ancestros, cuando en la época de las cavernas necesariamente debían formar parte de alguna tribu para sentirse protegidos, asegurarse comida y la procreación. Este ‘programa’ se ha transmitido de generación en generación y está muy arraigado en nosotros a nivel subconsciente y si no tomamos consciencia puede influir de una manera asombrosa y muy limitante en nuestras decisiones y acciones cotidianas.
Además, el miedo al rechazo puede actuar en nosotros de una manera muy sutil que podría ser muy difícil de detectarlo, pero con un trabajo serio de introspección y una intención sincera de sanación, tarde o temprano este miedo sale a la luz y es cuando podemos trascenderlo.
¿Cómo sanar el miedo al rechazo?
Hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo estás tratando de conseguir que el otro te quiera? ¿Estás dando sexo para que no te abandonen? ¿O tal vez dinero para que te reconozcan? ¿Estás cuidando a alguien porque deseas que te etiqueten de ‘bueno’? ¿Estás diciendo sí a cosas que no te gustan, pero las haces para complacer ‘no sea que se enojen’ contigo? ¿Qué estás haciendo para ‘conseguir’ atención, cariño y amor?
Primeramente, es un trabajo de sinceridad con uno mismo e introspección profunda que te invito lo hagas. Te puede llevar días, semanas o años darte cuenta qué hay detrás de tus acciones, pero vale la alegría hacer este trabajo ya que mereces ser libre y feliz.
Tienes el derecho de sentirte en paz contigo mismo haciendo lo que te apetece, siendo tú mismo y sintiéndote en paz con las decisiones que tomes de forma desinteresada. Por supuesto, esta liberación implica un desbloqueo energético enorme que lo verás manifestado en tu vida. Además, ya no repetirás patrones porque ya habrás trascendido ese miedo, ya habrás ‘aprendido’ la lección, en realidad, solamente habrás recordado una verdad que la habías olvidado: tu perfecta completitud.
Conclusión.
Esencialmente, el amor que debes alcanzar es el propio. En realidad, no debes ‘alcanzar’, sólo debes enfocarte en ti y dejar de mirar afuera.
Finalmente, no viniste a este mundo para cumplir los sueños frustrados de nadie, ni para cumplir las expectativas de nadie. Viniste para ser tú: libre y pleno, viviendo 100% tu vida.
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