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La trampa del ego en las relaciones de pareja.
Uno de los engaños preferidos del ego para perpetuar una relación amorosa tóxica es la creencia en “el alma o la llama gemela”. Esta idea, que en apariencia parece espiritual y elevada, muchas veces se convierte en una excusa perfecta para justificar dinámicas insanas y dolorosas.
La persona inconsciente —que aún no ha recordado su naturaleza divina ni su conexión profunda con la Fuente— puede quedar atrapada en la obsesión, la dependencia y la tolerancia a la violencia emocional, psicológica o incluso física, convencida de que “todo eso es parte del proceso” porque “es su llama gemela”.
Pero no lo es. Al menos no en el sentido que justifique el sufrimiento. Amar no duele.
La verdadera conexión de almas eleva, sostiene y expande. No hiere ni debilita.
¿Vale la pena sufrir por amor?
Las preguntas que un alma despierta debe hacerse en sus relaciones de pareja son:
– ¿Qué importa si esta persona es mi alma gemela si me está haciendo daño?
– ¿Vale más una etiqueta espiritual que mi bienestar emocional y físico?
Recuerda que no viniste al mundo a sufrir en nombre del amor. Viniste a expandirte, a evolucionar, a vivir en plenitud. Y para eso, necesitas rodearte de personas que te amen con hechos, no con conceptos místicos mal entendidos.
El amor verdadero empieza por ti.
Reconoce tu esencia divina y no permitas que el ego espiritual te engañe. Para ello, te recomiendo este libro: Memorias del alma.
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