Descubre Por qué lo que te Molesta del Otro Podría Ser Tuyo.

Lo que critican en ti, muchas veces es suyo.

A las personas les resulta más fácil criticar en ti lo que, en realidad, es suyo. No hagas caso a esos comentarios fuera de lugar.

Lo que muchos llaman “opinión” o “sinceridad” suele ser una proyección.

Tú no eres responsable de las actitudes, comportamientos, pensamientos, decisiones y emociones de nadie más que de ti mismo.

Las personas no siempre son conscientes de ello, pero proyectan en los demás sus propias inseguridades, sus propios miedos, sus complejos no resueltos. Te juzgan por algo que, en el fondo, no toleran de sí mismas. Te señalan con el dedo lo que no pueden ver o aceptar en su interior.

En otras palabras, se están viendo a través de ti, pero como no tienen las herramientas (o la valentía) para mirar hacia adentro, te conviertes en el espejo que prefieren romper antes que usar.

Pero cuidado, esto también aplica para ti. Tal vez eso que te molesta del otro, eso que no puedes dejar pasar, eso que criticas sin filtro… tal vez es tuyo.

La importancia del autoconocimiento.

Y ahí es donde entra tu responsabilidad. Porque no se trata solo de defenderte de las críticas ajenas, sino de aprender a hacerte cargo de tus propias proyecciones. Si algo te genera una reacción fuerte, pregúntate: ¿esto me está mostrando una parte de mí que aún no quiero ver?

Por eso es fundamental que hagas un trabajo continuo de introspección. Solo con autoconocimiento real vas a poder distinguir qué viene de afuera y qué nace en ti. Vas a poder identificar cuándo te están proyectando algo, y cuándo tú estás haciendo lo mismo.

No se trata de desconfiar de todo ni de vivir en modo “defensa”, sino de desarrollar discernimiento. Porque no todo lo que te dicen es verdad, pero tampoco todo lo que piensas del otro es objetivo.

Tu bienestar emocional y espiritual depende, en gran parte, de esta capacidad de observarte sin mentirte. De dejar de tomarte todo personal, pero también de dejar de poner en los demás lo que aún no resolviste dentro de ti.

El juicio ajeno puede doler, pero el juicio propio —cuando no es consciente— puede sabotearte en silencio durante años.

Empieza por hacerte preguntas incómodas. Observa tus reacciones. No te justifiques tan rápido. Y recuerda: muchas veces, lo que ves afuera es una invitación a mirar hacia adentro.

Trabaja en tu autoconocimiento, autoimagen y autoconfianza con el apoyo de este libro: Querido mundo: ¡Yo soy una reina! 2.
Para más información, haz clic en el botón de abajo.

Libro de amor propio, autoestima, autoconfianza, mentalidad y reprogramación mental. Libro Querido mundo: ¡Yo soy una reina! 2 Autora Jazmín González.