Índice del artículo
El mundo necesita tus dones y talentos.
Mensaje para ti, que aún dudas en mostrar al mundo lo que sabes hacer:
- No ayudas a nadie ocultando tus dones y talentos, ni siquiera a ti misma.
- No te estás escondiendo por humildad; te ocultas porque tienes miedo.
- Miedo de ser vista, de ser juzgada, de ser criticada. Y está bien tener miedo, pero no es sano quedarte a vivir en él.
Reconoce tus creencias limitantes.
Acepta que tienes creencias limitantes que te frenan.
Pensamientos como “no soy suficiente”, “no soy tan buena”, “¿quién soy yo para enseñar esto?” no son más que viejas ideas que aprendiste en algún momento de tu vida y que hoy ya no te sirven.
Mientras sigas operando desde esas creencias, vas a seguir poniéndote capas encima para no brillar, para no incomodar, para no destacar. Pero ese intento de invisibilidad te está costando caro: insatisfacción, estancamiento, carencia, mediocridad. Y tú lo sabes.
Recuerda el propósito de tu alma.
Tu alma no encarnó para quedarse cómoda ni reprimida.
Tu alma vino con un propósito.
Y ese propósito no se cumple escondiéndote.
Es momento de dejar de postergarte, de salir al mundo y demostrar de lo que eres capaz. No se trata de “ser perfecta” ni de gustarle a todo el mundo.
Se trata de ser coherente con lo que sabes que llevas dentro y ya no puedes seguir callando.
Confía en ti.
Confía en tu alma.
Y sal a la luz.
Si necesitas apoyo para emprender tu propósito y misión de vida, te recomiendo el libro: Propósito y misión de vida.
Para más información, haz clic en el botón de abajo.
