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Cada alma tiene su propio camino ''espiritual''.
No todas las almas han marcado en su plan transitar esta encarnación humana como coaches, mentores, sanadores, terapeutas o cualquier otra actividad etiquetada puramente como «espiritual».
De hecho, la espiritualidad no tiene una forma única ni un camino predefinido. Algunas almas simplemente no eligieron desempeñar roles dentro del mundo considerado «espiritual». No todas se alinean con las etiquetas de bienestar, consciencia, o crecimiento personal.
Tampoco todas las almas escogieron expandir su consciencia mediante el conocimiento teórico de filosofías o ideologías meramente «espirituales». A veces, la comprensión de lo espiritual se da a través de caminos menos convencionales o incluso aparentemente desconectados de la espiritualidad «tradicional».
Algunas almas decidieron comprender su naturaleza espiritual mediante la integración de la materia, a través de la vivencia concreta de sus experiencias diarias, más allá de la teoría o las ideas preconcebidas sobre lo divino.
El despertar de la consciencia se puede alcanzar de diferentes maneras.
El despertar de la consciencia puede manifestarse de infinitas formas. No existe un solo camino correcto o un solo modo de alcanzar la iluminación, ya que cada alma está en un proceso único de evolución.
Por eso, las que sí estamos en el mundo etiquetado como «espiritual» no deberíamos juzgar a las que no lo están, pues todos estamos caminando hacia el mismo destino: un mayor despertar de cosnciencia. Incluso las almas que encarnaron bajo «el personaje» de personas «ateas», «científicas» o muy «materialistas» están teniendo sus experiencias espirituales en sus respectivos escenarios de vida.
Cada ser humano, independientemente de su orientación religiosa, filosófica o científica, está experimentando su propio proceso espiritual, aunque no siempre sea visible para los ojos externos.
Las conexiones con la esencia espiritual pueden manifestarse en momentos de conexión profunda con la vida, con la naturaleza, o incluso en la búsqueda incansable de la verdad a través de la ciencia. Cada camino tiene su propio ritmo y propósito.
La meta común de todas las almas es el "despertar de la consciencia''.
El despertar espiritual no depende del camino elegido, sino de la profundidad con la que vivimos nuestras experiencias. Cada elección, cada acción y cada relación puede ser una oportunidad para expandir nuestra consciencia y reconectar con lo que realmente somos.
Este juego de almas «llamado» vida tiene un solo objetivo, sin importar el personaje que el alma está asumiendo, y este es «el despertar de la consciencia«.
No importa si uno es coach, científico, artista o cualquier otro rol que se asuma en esta encarnación. Lo que realmente importa es el proceso interno que cada alma vive, las lecciones que aprende, las conexiones que establece, y la forma en que elige despertar.
Finalmente, la actividad que uno realiza dentro del personaje de ser humano no define el nivel de consciencia del alma que lo experimenta. El alma, en su esencia, es eterna y libre de las limitaciones del cuerpo y la mente. Mientras transita por su experiencia terrenal, se enfrenta a desafíos y oportunidades de crecimiento, sin importar las etiquetas que se le puedan poner. Y ese es el verdadero viaje espiritual: un camino interno hacia la expansión de la consciencia, sin juicios ni comparaciones.
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